Nunca fallamos
porque somos demasiado buenos, sólo porque no somos lo
suficiente.
El reconocer el fracaso inteligentemente es el primer
paso hacia la construcción del éxito.
Muchos tenemos un mapa de
carreteras que indica el curso que imaginamos que deberían tomar
nuestras vidas.Es importante avanzar en la dirección correcta,
pero si quedamos atrapados por las preocupaciones sobre nuestro
destino final, olvidamos disfrutar del paisaje, de cada nuevo
día.
Recuerda que algunas de las secretas alegrías de la vida
no se encuentran en afanarse en ir desde el punto A hasta el punto
B, sino, en inventar algunos otros puntos imaginarios a lo largo del
camino.
El viaje que estás realizando, es magnífico. No temas
explorar territorio desconocido.
Si llegas a perderte, vas a
tropezar con algunos de los descubrimientos más interesantes que
puede hacer.
Deambula por caminos que nunca has recorrido o por
otros que jamás volverás a tener la oportunidad de recorrer.
La
vida no es una guía de viaje que debes seguir... es una aventura que
hay que emprender.
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