lunes, 29 de octubre de 2012

Arte callejero que denuncia nuestra dependencia de Internet...

 
Un pez con la boca en forma de puerto USB nada hacia el cable con el conector, que cuelga como un anzuelo. Una araña robótica atrapa en su red a tres humanos pixelados. "Son muchos los que tratan con respeto mis motivos, pero algunos se asustan del significado", dice KD, artista bielorruso.

KD (siglas de Key Detail, Detalle Clave), es arquitecto y diseñador en la ciudad de Minsk (capital de bielorrusia) y en su faceta de artista urbano reflexiona sobre el espacio que ocupa Internet en nuestra vida. Comenzó con el proyecto
Digital Punk (Punk digital) hace cuatro años para ilustrar la dependencia que sentía que estaban desarrollando él y los que le rodeaban hacia la tecnología incluso para las tareas diarias más frecuentes.

La creciente colección de carteles, grafiti y murales establece analogías con obras de arte clásicas (como
La creación de Adán que Miguel Ángel pintó en la bóveda de la Capilla Sixtina), comparaciones con las drogas, alusiones a los procesos biológicos humanos... A veces, KD escoge los motivos inspirado por el lugar; otras, tiene el dibujo claro y busca la localización adecuada para expresar la idea que ha desarrollado sobre el papel.
 

La calidez de la relación directa

Entre sus creaciones favoritas está Reality & Dream (Realidad y sueño), un mural de casi 54 metros de largo realizado en la pared de una nave industrial. Un rostro dividido en dos contrapone la calidez que aporta al ser humano la relación directa con familiares y amigos y el carácter impersonal de la comunicación con la tecnología como intermediaria invasiva. KD considera Internet un medio eficiente, pero carente del elemento sentimental que necesitamos para mantener un equilibrio emocional.
 
La intención de Digital Punk no es demonizar, sino crear conciencia sobre la unión que establecemos a diario con el ordenador y sus derivados para no dejarnos arrastrar por la frialdad de la interacción a través de una pantalla. El artista reconoce, siempre con reparos, la parte positiva de estar conectado con el mundo. "Internet me ha brindado muchas oportunidades y me proporciona una gran cantidad de información. Tanta que suelo no poder procesarla toda", matiza.

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