El checo Jakub Halik es el primer hombre del mundo que sobrevive desde hace ya seis meses sin corazón, después de que el suyo fuera extirpado para ser sustituido por dos bombas.
El paciente, un bombero de 37 años, tenía un tumor maligno en el corazón, y la única alternativa que se le ofrecía en lugar de un trasplante inmediato era la implantación de las bombas, una que manda la sangre por la aorta, y la otra a los pulmones. Un órgano completo sustituido por un dispositivo, ¿esto es posible? Veamos que si, lo es!.
Una vez mas la medicina en conjunto con la ingeniería y la ciencia le han dado una oportunidad a este hombre siendo un gran avance en este campo, el de la medicina.
“Está contraindicado hacer un trasplante cuando hay en el corazón un tumor maligno, porque los medicamentos para evitar el rechazo de un órgano extraño apoyan el proceso tumoral de las células", explicó Jan Pirk, el cardiólogo que realizó la intervención.
Halik fue operado el pasado 3 de marzo, en una intervención que duró más de siete horas.
Antes que él, esta novedosa técnica sólo se había practicado a un hombre de Texas (Estados Unidos), que sin embargo falleció poco después. El equipo médico considerará exitosa la operación “si el tumor no se extiende y si el paciente sobrevive hasta que le hagamos un trasplante de corazón”, declaró Pirk.
“Por eso debemos esperar todavía entre seis y nueve meses”, precisó el cardiólogo del Instituto de Medicina Clínica y Experimental de Praga (IKEM). Pero tras seis meses luego de la operación el día del transplante esta cada vez mas cerca.
Lo más costoso fue fijar la presión de bombeo de cada uno de los dispositivos, pues la sangre que va a los pulmones debe tener menor presión para que éstos no se irriten. El único inconveniente es cargar con las pilas bajo los brazos. Los acumuladores no se ven, no pesan mucho y duran entre 8 y 12 horas, mientras que el equipo regulador se lleva como una riñonera. En el caso de Halik, las revoluciones están fijadas para una actividad normal, no para correr, hacer deporte ni subir por una escalera. “No es capaz de reaccionar al esfuerzo”, aseveró Pirk.
Los primeros intentos de bomba artificial colocada fuera del cuerpo para apoyar al corazón durante cortos períodos de tiempo datan de la Segunda Guerra Mundial y se utilizan desde 1953.
El primer implante de bomba se hizo en 1968, si bien “no se ha llegado (a uno) tan desarrollado como éste hasta estos últimos diez años”, cuenta Pirk, candidato al galardón “Cabeza checa”, el más prestigioso en la esfera de la ciencia y la tecnología en el país centroeuropeo.
La calidad de vida tras la operación tiene una limitación: “No pueden nadar, sólo ducharse. Pueden jugar al golf, o al ajedrez, pero seguro que no pueden correr un maratón”, explica el médico.
Cuando la bomba se utiliza como apoyo del ventrículo izquierdo -es decir, sin que extirpe todo el corazón- hay pacientes que viven con ella al menos siete años. Son ya cien los dispositivos que, desde el año 2003, se han implantado en el prestigioso instituto médico praguense.
“Esta bomba asegura que la presión sanguínea sea la adecuada”, explica el paciente, que tras una gripe empezó a tener disfunciones en el ventrículo izquierdo. “He andado ya un kilómetro y he subido tres pisos. Cada piso tiene 26 peldaños. Voy rápido, y la enfermera con quien hago la rehabilitación dice que no vaya tan rápido”, concluye.
Hay que aclarar que Halik ha sido el segundo en la historia que ha recibido un corazón artificial sin pulso, es decir, no tiene válvulas. "La experiencia confirma que la vida útil de las bombas es de 5 o 10 años. Pero desde un punto de vista biológico, es difícil responder a la pregunta", dijo la doctora checa Netuka a través del sitio web Medical Tribune. Solo el tiempo dirá que tan bueno es este tan útil soporte de vida, hasta ahora a demostrado se eficaz, dando el tiempo necesario hasta que a Halik le puedan transplantar un corazón biológico
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