miércoles, 6 de febrero de 2013

El Manual de Supervivencia Definitivo para Fotógrafos Viajeros


Se acercan las vacaciones (quizás alguno ya las tenga ahí) y empezamos a organizar las salidas o viajes que haremos en nuestro tiempo libre. Organizar un viaje para poder aprovecharlo al máximo fotográficamente hablando es todo un arte. Una mala organización puede conllevar no poder tomar todas las fotografías que nos gustaría y, además, se puede generar un "caos fotográfico" que nos genere muchos quebraderos de cabeza y nos haga perder mucho tiempo organizando nuestro archivo. En este artículo, intentaremos dar consejos sobre todos estos momentos de un viaje fotográfico.

¿Dónde voy?
Existen dos posibles situaciones, vamos a desarrollarlas:
  • 1. Que tu viaje no sea, sólo, por motivos fotográficos. Quizás tu viaje es familiar, o te dispones a visitar a alguien allá donde vive. Sea como sea, tu intención inicial no es la de viajar para hacer fotografías aunque, evidentemente, te gustaría poder practicar tu hobby en las nuevas localizaciones que se te presenten. Bien, lo primero que deberías hacer es ver las posibilidades fotográficas que tiene tu destino:haz una búsqueda en Flickr y en Google para ver las mejores localizaciones y ver qué ha hecho la gente que ya ha estado ahí. Con esto matarás dos pájaros de un tiro: por un lado descubrirás sitios que visitar con tu cámara y, por el otro, tu cabeza empezará a tener ideas. El hecho de ver el trabajo de otros puede servirte de inspiración, pero no te centres en hacer lo que otras personas ya han hecho antes, intenta darle tu particular manera de hacer fotos al sitio al que vayas. Para conseguir esto, puedes centrarte más en las fotografías que veas en Google Imágenes que en las de Flickr por una sencilla razón: por norma general, las imágenes del buscador de Google suelen ser más descriptivas mientras que las de Flickr, acostumbran a ser más "artísticas". Evidentemente, encontrarás en ambos sitios fotos descriptivas y fotos artísticas, decide tú mismo lo que te interesa más, la cuestión es que te inundes de imágenes, que llegues al sitio y sea como si ya hubieras estado ahí. Así evitarás tener que descubrir el sitio y podrás dedicarte a tomar fotos. Aún así, no olvides explorar un poco, seguro que descubres algún rincón que no salía en los buscadores y que te regala una buena fotografía.
  • 2. Que tu viaje sí sea especialmente pensado con motivos fotográficos.Puede ser que te hayas enamorado de un sitio concreto a base de ver fantásticas fotografías de él y que, por fín, hayas decidido organizar tu propia aventura fotográfica. Si este es tu caso, seguramente ya hayas pasado por la fase de "inundación de fotografías del lugar" así que una buena alternativa es la de contactar con gente que ya haya estado ahí, o con habitantes de la zona para que te ayuden en la organización de tu viaje y, así, poder aprovecharlo mejor. Estas personas podrán decirte sitios que no salen en las guías o que no son muy conocidos o de fácil acceso. Puesto que nuestro viaje es única y exclusivamente fotográfico, podemos sacrificar un poco de tiempo y esfuerzo para conseguir una buena toma que sea original, ¿no?. Es importante, pues, que evites al máximo los viajes organizados, que no te permitirán la libertad que quizás necesites para realizar tus tomas. Define bien qué tipo de fotografías quieres hacer para evitar vagar en un universo inacabable de posibles fotografías: por ejemplo, puedes centrarte en los detalles o querer realizar una serie fotográfica que explique alguna cosa. Sea como sea, si llegas a tu destino con esto claro, ganarás tiempo y podrás empezar a trabajar cuanto antes. ¡No olvidemos que estamos definiendo un viaje dedicado, sólo, a hacer fotografías!

¿Qué me llevo?

Si sólo dispones de una cámara y un objetivo, este punto te será fácil de resolver. Pero si tienes más de una cámara y/o más de un objetivo, te plantearás qué debes hacer. ¿Llevarlo todo contigo por si a caso? ¿Hacer selección para ir lo menos cargado posible?Bien, lo más recomendable es que escojas bien lo que te vas a llevar para que no te ocupe excesivamente en el equipaje (evidentemente, si tu viaje es puramente fotográfico, el equipo para tomar las fotografías deberá será tu equipaje principal). El caso es que para poder elegir bien qué llevarás contigo, deberás saber bien qué tipo de fotos quieres tomar. Como cada persona es distinta y cada uno va a tener unas "circunstancias fotográficas" distintas, voy a elaborar una lista con los elementos que me llevo de viaje y los que dejo en casa. Por supuesto, cada uno deberá adaptar esta lista a sus necesidades fotográficas:
  • Cuerpo: ¿vas a llevar un solo cuerpo o más de uno? Si sólo llevas uno, te ahorrarás bastante espacio en la maleta pero si dispones de más de un cuerpo, lo que te ahorrarás será el cambio de objetivos permanentemente. Yo, personalmente, siempre he ido con un solo cuerpo (tampoco tenía más) y nunca he echado de menos un segundo equipo. También puede ser interesante llevar alguna cámara compacta para ciertas ocasiones (museos, por ejemplo). Una compacta te puede salvar en alguna ocasión, así que si dispones de una, no dudes en llevarla contigo.
  • Objetivos: Depende de lo que quieras fotografiar. En caso de no tener intención de fotografiar nada concreto y sólo quieres ir captando lo que más te llame la atención de tu viaje, lo ideal es llevar un par de objetivos como mucho: un todoterreno (por ejemplo, un 18-200mm) y una focal fija (un 50mm, por ejemplo). Personalmente, en mis viajes he cubierto todas mis necesidades con estos dos objetivos, pero según tus intereses puedes cambiar uno de los dos por un macro, un gran angular o un tele.
  • Trípode: La verdad es que nunca he llevado trípode en un viaje, pero esto ha sido por falta de espacio y lo cierto es que muchas veces lo he echado de menos. Así que mi recomendación es que, si puedes llevarlo, no lo dejes en casa. Si no llevas un trípode y quieres hacer fotografía nocturna, largas exposiciones o algún time-lapse, necesitarás andar buscando puntos de apoyo que, seguramente, no sean los más idóneos para soportar una cámara. Así que un trípode siempre viene bien y si, además, vas con intención de tomar algunas de las fotografías ya mencionadas, te será indispensable. ¡Intenta hacerlo entrar en la maleta!
  • Flash: Al contrario del trípode, siempre he llevado el flash externo conmigo y la verdad es que nunca lo he usado. ¿Significa esto que dejar el flash en casa es una opción? ¡No! Nunca sabes cuando lo vas a necesitar y llevar un flash externo de zapata no ocupa demasiado lugar, así que, aunque no vaya a usarlo nunca, seguiré llevándolo en mi mochila!
  • Mochila: ¿Mochila de tirantes, bandolera o funda? Como todo, depende del tipo de viaje que vayas a hacer y, también, del tipo de fotos que busques. Yo, la mayoría de veces, viajo sólo con la funda (donde guardo el cuerpo con un objetivo montado y el segundo objetivo). Sin embargo, cuando hago viajes largos o cuando quiero llevar más material del que llevo, no dudo en coger la mochila (en mi caso una bandolera). Aún así, y aunque decida coger la mochila, ésta siempre se acaba quedando en casa y yo salgo sólo con la funda y lo que ese día vaya a necesitar. Sí, más de una vez he necesitado algo que no tenía a mano en ese momento, pero la verdad es que voy más cómoda sólo con la funda, así que opto por sacrificar ciertas cosas. En el dilema entre mochila de tirantes o mochila bandolera, yo opté por mochila bandolera, pues te permite manipular el interior sin necesidad de quitártela, algo muy útil.
  • Mando a distancia: Ocupando lo que ocupa, siempre llevo el mando a distancia de la cámara encima (incluso cuando no estoy de viaje) pues nunca sabes cuando puede serte útil. Especialmente recomendable para los mismos casos en los que el trípode es indispensable. Además, te ahorrará carreras a la hora de hacer fotos en grupo. Así que,si dispones de un mando a distancia, ¡no lo dejes nunca en casa!
  • Limpieza: El kit de limpieza siempre tiene que ir con la cámara, especialmente si vas con la intención de ir cambiando de objetivos. La pera de aire, el cepillo de pelo blanco y el paño para limpiar el objetivo, son necesarios. Te ahorrará más de un disgusto!
  • Portátil: Siempre que puedo, lo llevo conmigo (especialmente en viajes largos o cuando no tengo problemas de espacio para el equipaje). Para viajes cortos, sin embargo, intento no cogerlo. Muchas veces lo he echado de menos, siempre viene bien para ordenar las fotos cada día y para hacer pequeñas pruebas de procesado al llegar al hotel después de un día fotográfico.
  • Disco duro: Si decides llevar portátil, quizás el llevar un disco duro donde vaciar las tarjetas puede serte útil. Yo he llevado un disco duro sólo en viajes muy largos, para poder hacer una copia de seguridad de las fotografías, el resto de veces, las he guardado directamente en el portátil (sin borrar las fotos de las tarjetas a no ser que me quede sin espacio en ellas) y hacer la copia de seguridad al volver a casa. Si quieres profundizas un poco más sobre las diferentes alternativas para el almacenamiento de tus fotos, échale un ojo a este artículo!
  • Tarjetas de memoria: ¿Qué es mejor: llevar pocas tarjetas con mucha capacidad o, por el contrario, muchas tarjetas con menos capacidad? En caso de algún problema con alguna de las tarjetas, el hecho de llevar más tarjetas con menos capacidad hará que no se pierdan tantas fotografías. Pero el hecho de llevar muchas tarjetas puede hacer que se pierda alguna por el camino. Así que no hay un método mejor que el otro. Yo acostumbro a llevar una tarjeta de bastante capacidad (4gb, que es lo máximo que tengo) y varias de menos capacidad (2gb cada una).

¿Cuándo estoy completamente preparado para partir?

No puedes empezar tu viaje sin asegurarte de algunas cosas que, aunque son muy obvias y evidentes, pueden provocarte más de un discurso. Lo primero de todo es comprobar que las baterías están 100% cargadas. El siguiente paso, vaciar las tarjetas de posibles fotografías de anteriores salidas. Lo más recomendable es formatear todas las tarjetas, para evitar que archivos ocultos ocupen espacio necesario. Además, si alguna de las tarjetas estuviera corrupta, lo descubriríamos durante el formateo de éstas. ¡Pero No olvides de, antes de borrarlo todo, comprobar que todas las fotografías están ya en tu ordenador y de hacer una copia de seguridad de todo! También debes limpiar bien la cámara y los objetivos, para evitar sorpresas desagradables. Para terminar, no es muy recomendable salir de viaje con un equipo que no se haya podido probar antes, mejor que sepas exactamente cómo se comportará tu equipo para no perder tiempo investigandolo.
¿Ya sabes si lo tienes todo preparado? ¿Por qué no le echas un vistazo al Checklist para Viajes de dZoom?
Un último apunte: si todo lo dicho en este apartado lo haces, otra vez, después del viaje (o de cualquier sesión fotográfica); la próxima vez que tengas que salir de viaje, no deberás hacerlo, ya tendrás el material preparado.

¡Empieza a disparar, vaquero!

Ya has llegado a tu sitio de destino y has empezado a sacar fotos. Recuerda que no es necesario centrarte en sólo capturar postales con tu cámara y que puede ser interesante investigar otras clases de fotografía de viajes. ¿Qué tal unas offtopic? ¿Qué me dices de conseguir unas buenas fotografías memorables?
La fotografía digital nos permite tomar una infinidad de imágenes sin apenas gasto económico. Pero esto no significa que tengas que hacerle fotos a todo. ¡Controla tu instinto depredador-fotográfico y busca las fotografías más interesantes!

¿Cómo evito el caos fotográfico?

Cuando viajamos, todo nos sorprende y, por lo tanto, queremos captarlo con nuestra cámara. ¿El resultado? Un número increíble de fotografías esperando para ser ordenadas, procesadas y publicadas. ¿Cómo no vamos a perdernos entre todo este caos fotográfico? Fácil: teniendo un buen flujo de trabajo. Lo que yo hago: creo una carpeta en mi ordenador con el siguiente formato: "año.mes.día de inicio del viaje-día de final del viaje Sitio del viaje". Dentro de esta carpeta, creo una carpeta nueva para cada día del viaje, con el siguiente título: "díax.principales sitios visitados"
Así me quedan todas las imágenes perfectamente ordenadas cronológicamente. ¿Cuándo hago esto? Pues depende de si llevo el portátil conmigo o si no lo llevo. Si tengo el portátil, cada noche, al llegar al hotel/habitación/apartamento, vacío las tarjetas en su carpeta correspondiente. Si no tengo el ordenador a mano, este proceso lo hago nada más llegar a mi casa. Nunca borro las fotografías de las tarjetas hasta que he hecho una copia de seguridad del ordenador, a menos de que necesite espacio en ellas. Así, si hubiera algún problema con el ordenador, no perdería las fotografías.


Finalmente, dentro de cada una de las carpetas, se crean otras dos carpetas: una con "Raw" como título y, una segunda con el nombre "Lightroom". Así diferencio entre las procesadas y las originales sin hacerme un lío de archivos.
Por supuesto, mi flujo de trabajo no es el único ni, posiblemente, el mejor. Cada persona tiene su propia manera de trabajar y ésta debe adaptarse a las necesidades de cada uno.

¡Tu turno!

Algo que comentar, aconsejar o enseñar? Qué experiencias has tenido en un viaje fotográfico? Exprésate, queremos leerte!

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