martes, 19 de febrero de 2013

LUIS GABRIEL ANGEL GÓMEZ De la basura al arte.









Actualmente, el afán de comprar, la preocupación por consumir, y la ignorancia de las consecuencias que ha traído este orden mundial, se han convertido en elementos cotidianos, que prevalecen intocables por ya varias generaciones, y son aspectos que afectan el diario vivir, dejando entre 8.000 y 10.000 millones de toneladas de desechos de todo tipo producidos anualmente en nuestro mundo, según calcula la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); consecuencia que va en aumento cada año, y consecuencia obvia de la despreocupación por el plano en el que nos sostenemos, por nuestra Pachamama, por nuestra madre tierra, por ver la basura como un algo insignificante e inofensivo. Pero ella cada día adorna nuestras calles y nuestros campos, cada vez hay menos lugares donde ubicarla y cada vez hay más, efecto claro de la inconciencia colectiva que abunda en mayor proporción que los desechos.


«Commander Cupcake». Will Wagenaar.

En medio de este diluvio de desechos, algunos individuos sensibles a su realidad comienzan a germinar formas de resistencia y de manifestación a tal fenómeno, individuos que toman la ecología como perspectiva de vida, y actúan consecuentes a esto, acompañados por una herramienta de inmensa utilidad: el arte.


«MUM» y «Benevolence» (Benevolencia). Will Wagenaar.
«Bouncer» (Rebotador). Will Wagenaar.

Dan así origen a un movimiento artístico denominado «nuevo realismo», que se basa en el desecho como materia prima y, mas que eso, en su carga conceptual, para llegar a las mas profundas fibras sensibles de cada persona que se topa con sus obras. Son artistas que han entendido que reproductor el sistema económico y político actual es la causa principal del impacto ambiental, y por esto se oponen a hacerlo, y deciden tomar lo que el común ve como basura y darle un nuevo valor, una nueva concepción, un conducto para manifestar los perjuicios que hemos traído. Una forma de contrarrestar este creciente fenómeno.

Desde 1960 (fecha de fundación del nuevo realismo) hasta la actualidad, se han reproducido estos artistas con conciencia ecológica. Desde entonces hasta ahora han ido cambiando sus posturas, aunque no mucho, lográndose encontrar así en una postura clara frente a la dinámica de la sociedad y sus continuos atentados al medio ambiente. Se logra así manejar una percepción del arte diferente.


«Geisha, Sumo & Ninja». Will Wagenaar.

Yolanda Ortiz, Alberto Vazquez, David Acevedo y Miguel Ángel Rodriguez, integrantes de un colectivo de artistas que trabajan con material reciclado llamado «ReciclArte» afirman que «El arte no es la búsqueda de lo bello, sino el encuentro con lo humano», frase que conceptualiza parte de la visión de estos artistas sobre el verdadero objetivo del arte, y a su vez plantea una critica a la visión elitista del arte. Aparte de su reconceptualización del arte, estos artistas son claros en su postura frente a la basura cuando mencionan:


«Nos expresamos con la basura, no como un medio, sino como posibilidad de una retórica propia, como un fin ya que con ella re-creamos las metáforas, que en forma plástica, dan cuenta de una temática, una denuncia, un problema, una solución, un mensaje, un concepto, etc., que habla de nosotros y nuestra percepción del mundo».

Es mediante esta expresión de arte-basura como varios artistas están haciendo un llamado más que al reciclaje, a generar una conciencia colectiva mediante la cual logremos entender que podemos contrarrestar una parte de esta catástrofe que hemos creado. Son incansables sus actos pues saben que el arte va mas halla de un impacto visual, entienden que el arte es su herramienta para manifestarse contra este impacto ambiental, y su forma de resistir. Se han ido abriendo espacios en el mundo para la muestra de estas obras artísticas, festivales de muestra de obras de arte realizadas con material reciclado como el «Recycled Art Fest», el «Evil Empire», y talleres que logran reproducir esa conciencia ecológica como el «dime lo que tiras, y te diré quien eres».


«Chuck, The Duck» (Chuck, el pato) y «Ticker Too». Will Wagenaar.

Además hay colectivos sumados a la causa, como:
S.T.O.P. (Sin Titulo Oficial Pensado), un colectivo internacional de artistas recicladores, fundado recientemente en Madrid.
Drap-Art que es una asociación sin ánimo de lucro, fundada en 1995, que promueve el reciclaje creativo con la organización de festivales, exposiciones y talleres.
Varios artistas como Chris Gilmour que trabaja esculturas a base de cartón reciclado; Will Wagenaar, que utiliza material reciclado para hacer esculturas increíbles de robots; y Guillermo Gómez Osorio, colombiano que trabaja también sus obras con material reciclado.

Es así como ellos se manifiestan ante las problemáticas que han surgido como consecuencia palpable de nuestra indiferencia. Ellos proponen re-pensar una sociedad donde no seamos los creadores de nuestra destrucción sino, por el contrario, creadores de soluciones reales. Que no solo seamos capaces de contrarrestar nuestro impacto ambiental, sino que también logremos propiciar un espacio cómodo para vivir, y entender que el mundo esta en nuestras manos. Es nuestra responsabilidad.


«Veccio». Will Wagenaar.




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