LAS
PRESILLAS BAJAS:
Las
Presillas Bajas es un pequeñísimo pueblecito en un entorno
espectacular.
El
paisaje nos ofrece todos los colores y matices típicos del Parque
Natural de Cabo de Gata, con una gran riqueza geológica y botánica.
En
verano, para recrearse la vista hay que aprovechar sobre todo las
primeras horas de la mañana y los atardeceres, con unos cielos
sorprendentes: nunca olvidaréis los atardeceres rojos, garantizado.
El porqué de "mirar" al principio y al final del día se
debe a la intensidad de la luz en esta tierra, que hace que en la
mitad del día los colores sean planos y apenas se distingan.
Durante
todo el año la riqueza vegetal, los colores, y los paseos desde el
pequeñó pueblo por la espectacular rambla que llega hasta la Majada
Redonda, nos dejan la sensación de habitar en un auténtico oasis:
palmeras, palmitos, higueras, adelfas, esparragueras, flores,
tomillos y todas las aromáticas de la zona a los bordes de la
arenosa rambla que conforman un camino espectacular. El monte está
lleno de esparto, salvia, meloncillos...ojo con probarlos, no hay
nada más amargo en el mundo.
Las
Presillas Bajas es un lugar totalmente tranquilo, rodeado de paisaje
virgen, un destino para el descanso, lejos de las aglomeraciones
hasta en pleno verano, sin carretera, sin bares, sin tiendas.
Los habitantes de Las Presillas son gente tranquila que se dedican a sus cosas: fotógrafos, cineastas y escritores conviven con gente de aquí y de allá .
Los habitantes de Las Presillas son gente tranquila que se dedican a sus cosas: fotógrafos, cineastas y escritores conviven con gente de aquí y de allá .
Es
un balcón sobre la bahía natural que conforman La Isleta y Los
Escullos y punto de partida para unos paseos y rutas de
senderismo espectaculares, a menos de dos kilómetros de la Playa del
Arco y la Playa del Embarcadero.
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