miércoles, 13 de febrero de 2013

HISTORIAS Y LEYENDAS... HOY: "La vampiresa Erzsébet de Transilvania..."


Gabriella Erzsébet (o Elizabeth) fue una condesa poderosa e influyente de Transilvania, acusada de practicar la brujería, desangrando a más de 600 jóvencitas vírgenes. Erzsébet bebía la sangre de sus víctimas y tomaba baños con ella para conservarse siempre joven. Tenía un miedo terrible a envejecer porque eso suponía perder su belleza, la única forma de poder a la que tuvo acceso. Su historia fue recogida en un cuento de Sheridan Le Fanu sobre una vampiresa, titulado Carmilla. Este relato sirvió a su vez de inspiración a Bram Stocker para escribir Drácula, la historia de un vampiro basada en la vida de un noble real de la Europa del este, Vlad Tepes (El Empalador).

Erzsébet (1560-1614) perteneció a una de las familias más poderosas de Transilvania. Fue hermana de István Báthory (1533-1586), Gran Príncipe de Transilvania y rey de Polonia entre 1575 y 1586. Recibió una esmerada educación, a diferencia de las mujeres de su época, y destacó por su inteligencia y su cultura.
Como era frecuente en la época, con sólo 10 años fue destinada a ser la esposa del conde Ferenc Nádasdy. Al poco tiempo, Erzsébet fue obligada a vivir al lado de su suegra Úrsula, a la que odiaba, y fue llevada a Csejthe, el castillo de los Nádasdy. Úrsula se encargó de educarla y, según afirmaba Erzsébet, de elegir su vestuario y controlar todos sus movimientos.

A los 15 años, en 1575, se casó con el conde, que adoptó el apellido de soltera de su esposa, mucho más importante que el suyo. Se fueron a vivir al castillo de Csejthe, con su suegra Úrsula, que falleció poco tiempo después. El matrimonio casi nunca se veía, debido a las constantes guerras en las que participaba Ferenc. Esto hizo que su primera hija, Ana, naciera diez años después de la boda. A los nueve años siguientes, Erzsébet dio a luz a sus hijas Úrsula y Katherina. Finalmente, cuando tenía 38 años, alumbró a su único descendiente varón, Pál.
Erzsébet enviudó a los 44 años y, por lo visto, a partir de este momento comenzaron sus horribles crímenes. Lo cierto es que Erzsébet se convirtió en una señora feudal de un importante condado de Transilvania, pero sin ejército con el que proteger su territorio. Consiguió que su hermano se convirtiese en Príncipe de Transilvania. Pero éste no actuó con prudencia, pronto inició una guerra con los alemanes y, por complejas razones políticas, Erzsébet se encontró en una complicada situación política, muy vulnerable y amenazada.
Es por esta época cuando comenzó a difundirse el rumor de que en el castillo de la condesa ocurrían crímenes siniestros. La acusaban de practicar la brujería, en concreto la magia roja, utilizando la sangre de muchachas jóvenes (una acusación bastante popular en la época cuando se buscaba la eliminación de un enemigo poderoso o influyente). Según parece, la condesa confiaba en una mujer muy vieja, Darvulia, a la que llamaban “la Bruja del bosque”, que le aconsejó que sacrificara mujeres jóvenes y bellas, que fuesen vírgenes para que su sangre no estuviera corrompida.
El conde Thurzó (que odiaba a su prima porque, al parecer, lo sedujo y después intentó envenenarlo), afirmó haber encontrado en el castillo muchas jóvenes torturadas en distintos estados de desangrado y numerosos cadáveres sepultados por los alrededores. Según las investigaciones del conde, al entrar acompañado de sus soldados en el castillo de su prima, vieron una chica desangrada en el salón y otra, aún viva, con numerosas heridas en el cuerpo. En las mazmorras encontraron a una docena de jóvenes, casi desangradas, que todavía respiraban. Además, exhumaron los cuerpos de 50 mujeres más. Otra prueba contra Erzsébet, fue el hallazgo de un supuesto diario en el que describía detalladamente la tortura y muerte de 612 jóvenes. Por todo el castillo había toneles de ceniza y serrín, usados para empapar y retirar la abundante sangre vertida en aquel lugar.

Al parecer, en 1604, poco después de la muerte de su marido, la condesa cometió su primer crimen: después de golpear en la nariz a su joven dama de honor por tirarle del pelo mientras la peinaba, descubrió que la sangre que le salpicó en la piel hizo que desapareciesen sus arrugas y recuperase su lozanía. Después de consultar a sus brujas -especialmente a Darvulia- y alquimistas decidió, con la ayuda de su corpulenta sirvienta Dorottya, desnudar a la muchacha, hacerle un profundo corte en el cuello y llenar un barreño con su sangre. La condesa se dio un baño en la sangre de la joven y la bebió, para conservar su belleza.

¿Fue realmente Erzsébet Báthory una sádica asesina que disfrutaba torturando, matando y bebiendo la sangre de sus jóvenes víctimas?


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