miércoles, 2 de enero de 2013

CURIOSIDADES: "La Isla de Pascua..."


La Isla de Pascua es una pequeña formación volcánica de 12 kilómetros de ancho por 24 de largo, el lugar más aislado de la Tierra, a 3.800 kilómetros de la costa chilena del Pacífico y a 1.900 kilómetros de la isla habitada de la Polinesia más próxima y además se encuentra alejada de cualquier ruta marítima.
A pesar de éste aislamiento, la Isla de Pascua, como toda tierra emergida, fue cubierta rápidamente por un manto vegetal. Las semillas llegaron hasta allí arrastradas por las olas, por el viento o por las aves migratorias.
Según la tradición oral, el rey Hotu Matua, tras una larga y peligrosa travesía, ganó la playa de Anakena. este primer desembarco se fecha entre los años 400 y 600 de nuestra era, es decir, al inicio de nuestra Edad Media.
Las costumbres polinesias permitían que los vencidos, acompañados por sus mujeres e hijos, marcharan en sus piraguas cargadas con aquello que resultara estrictamente necesario para fundar una nueva colonia, si tenían la suerte de alcanzar una nueva orilla. Asi fue como se pobló el vasto triángulo marítimo limitado en sus vértices por Hawai’i, Aotearoa Nueva zelanda y la Isla de Pascua (Rapa Nui).
Estos pocos inmigrados fundaron una colonia, una sociedad y una cultura; en una palabra, un pequeño mundo,sometido a la violencia de los vientos, sin más agua potable que la que se acumula en los cráteres, sin los árboles frutales que son la bendición natural de las islas de la Polinesia.Esta civilización se mantuvo no sin dificultades. Corrió el riesgo de hundirse definitivamente a consecuencia de crueles guerras fratricidas, pero supo perpetuarse.En un clima saludable, libre de gérmenes infecciosos foráneos, el estado sanitario insular era, con toda probabilidad, excelente. Así, la población creció con rapidez hasta superar los 10.0000 habitantes apiñados en un espacio tan limitado.
Al romperse el equilibrio biológico, los recursos se agotaron. Probablemente en esta época se consumó la deforestación de la isla. Es posible imaginar los muchos elementos que intervinieron en este proceso: las necesidades propias de la cocina o la calefacción, los incendios forestales favorecidos por las sequías periódicas, así como la rivalidad entre clanes que condicionó el gigantismo de las estatuas y dio como resultado la tala de árboles para facilitar el transporte de aquellas. 
Agotamiento de los recursos, demografía de crecimiento galopante: dos males que nos son familiares y resuenan dolorosamente en nuestros oídos. El hambre al enseñorearse de la isla, favoreció la antropofagia. Siendo el hombre el único ser inclinado a resolver sus enfrentamientos colectivos mediante el uso de la fuerza, la isla no escapó a este flagelo.Sin duda las luchas devastaron la isla de manera endémica pero es verosímil suponer que aumentaron en crueldad a medida que los recursos se agotaban. La población cayó, así, hasta unos 3.000 habitantes.Parece ser que la población nativa se había escindido en dos grandes tribus que se enfrentaron casi hasta el exterminio.

Es inútil insistir en las sorprendentes analogías entre aquel lejano y pequeño mundo y nuestro no menos pequeño planeta. La humanidad se encuentra aún a tiempo de reflexionar sobre lo que ocurrió en la Isla de Pascua, de frenar la carrera, de unirse en la explotación de los recursos que aunque menguan, son todavía considerables; de limitar voluntariamente los nacimientos de modo racional y sosegado; de buscar soluciones a las difíciles relaciones entre grupos humanos distintos, en consecuencia rivales, no en el veredicto del azar sino en el veredicto de la razón.
De lo contrario, como en la Isla de Pascua, la catástrofe está al cabo de la calle. Nuestro planeta, tan limitado y aislado como la Isla de Pascua, no cuenta con más recursos que los propios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario